El Papa Francisco llegó a Japón desde Tailandia en medio del viento y la lluvia el 22 de noviembre. La visita muy esperada por los católicos de Japón también lo fue para Francisco que como joven jesuita había soñado con ser asignado a trabajar en Japón.
Reunión con los obispos de Japón 22 de noviembre
A su llegada Francisco tuvo un encuentro con los obispos de Japón. Durante el encuentro les pidió que siguieran defendiendo la vida, especialmente ayudando a los que se sienten cansados por la presión del trabajo, los que contemplan el suicidio y los que sufren bullying. Uno de los aspectos que Francisco recordó fue la inculturación de la vida cristiana desde la llegada de los primeros jesuitas:
La misión en estas tierras estuvo marcada por una fuerte búsqueda de inculturación y diálogo, que permitió el desarrollo de nuevas modalidades independientes a las desarrolladas en Europa. Sabemos que, desde el inicio, se usaron escritos, el teatro, la música y todo tipo de medios, en su gran mayoría en idioma japonés. Este hecho demuestra el amor que los primeros misioneros sentían por estas tierras.